Según la encuesta digital realizada por el Ministerio de Salud (Minsa), Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables (MIMP), el Ministerio de Educación (Minedu) y UNICEF, en el 2020, el 29.6% de adolescentes entre los 12 y 17 años de edad presentaron riesgos de padecer algún problema de salud mental o emocional.
Hasta el año pasado, el Minsa atendió 439,053 casos de ansiedad y 272,432 casos de depresión. Eso sin tener en cuenta que existen miles de personas que no son diagnosticadas por falta de atención médica o estigmatización. A pesar que, la salud mental es un aspecto valioso para las acciones de nuestra vida diaria, esta premisa no ha sido tomada con la urgencia debida.
Para la Mag. Judyth Morales, coordinadora de la carrera de Psicología de la Universidad de Ciencias y Humanidades (UCH), este estado de equilibrio emocional capacita a las personas a sentirse bien consigo mismas, aprender a manejar correctamente sus emociones y relacionarse con los demás de manera saludable y efectiva.
Con respecto a las relaciones sentimentales, la docente explica que, la salud mental puede influir positivamente en la pareja logrando establecer y mantener un vínculo saludable y duradero, o también, afectar la calidad de esa unión. “Si una persona tiene problemas de salud mental no tratados como ansiedad, depresión o trastornos de personalidad, puede impactar en la manera en cómo se comunica y resuelve conflictos, ya sea con efectividad o utilizando la violencia psicológica hasta llegar a la física”, expresó Morales.
Por otro lado, las relaciones comúnmente llamadas ‘tóxicas’, también son un factor clave para alterar la salud mental de las personas involucradas. La terapia de pareja puede ser útil para aprender y/o mejorar algunos comportamientos en beneficio de la relación, pero es importante tener en cuenta que no todas las parejas obtienen este tipo de resultados y, en algunos casos, la mejor opción es la separación.
“Fomentar la salud mental de las personas es crucial. Recordemos que cada persona es un universo, único y complejo, por lo que es importante abordar este tema de manera individualizada y adaptada a las necesidades específicas de cada persona sin dejar de lado el contexto en el que se encuentra”, puntualizó la docente de psicología de la UCH.