- En el Día Mundial de la Educación Ambiental, es oportuno reflexionar y tomar conciencia sobre el deterioro ambiental que sufre nuestro planeta y cómo puede comprometerse a los más jóvenes en la protección del medioambiente.
El Día Mundial de la Educación Ambiental tiene su origen en el año 1975, luego del Seminario Internacional de Educación Ambiental en Belgrado, Serbia, en el que se establecieron los principios de la educación ambiental, en el marco de los programas de las Naciones Unidas, y se publicó la Carga de Belgrado.
Para Roxana Fernández Curay, docente del Departamento de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de Piura, es importante mantenernos informamos sobre las causas que originan el deterioro del ambiente y reflexionar sobre las formas de participación ciudadana que contribuyan a solucionar algún problema.
La especialista precisa la necesidad de promover una cultura de cuidado medioambiental porque generarán propuestas de nuevos modelos de relación con el ambiente. “Una cultura de cuidado medioambiental involucra diversas dimensiones: natural, social, económica y cultural”, detalla Fernández Curay. “La solución a los problemas ambientales requerirán conductas, hábitos y formas de pensar diferentes a las que mantenidas hasta el momento”, agrega.
En este escenario, involucrar a los más jóvenes en esta causa, desde la edad escolar, es de suma importancia porque serán ellos quienes deberán implementar iniciativas y acciones para afrontar cambios positivos urgentes.
“A través de talleres, jornadas, cursos de concientización, participación de voluntariados en los que niños y jóvenes puedan participar activamente de la problemática de su región se podrá impulsar su capacidad para plantear soluciones”, indica Roxana Fernández Curay, docente del Departamento de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de Piura.
El colegio como aliado en la cultura de la educación medioambiental
La especialista del Departamento de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de Piura considera que los colegios deben ser los primeros en promover una cultura de educación medioambiental, apoyando en todo momento la participación de sus estudiantes.
Además, sostiene, deben ser capaces de tomar conciencia de que muchos de los problemas que afectan a nuestro planeta se pueden evitar con buenos hábitos, y con un interés por parte de cada uno de ellos.
Asimismo, Roxana Fernández Curay agrega que: “la cultura medioambiental es un trabajo conjunto entre el colegio, municipalidades, gobiernos regionales, donde cada uno debe ser soporte para promover entre los estudiantes un adecuado compromiso medioambiental”.
De igual forma, las familias deben ser los encargados de continuar e impulsar la concientización del cuidado del medioambiente.