- Adoptar una estrategia sostenible no solo beneficia al medio ambiente y a la sociedad, sino que también impulsa la rentabilidad, la innovación y la reputación corporativa de las empresas.
La sostenibilidad se ha convertido en una prioridad para las empresas de todo el mundo. Ha evolucionado de tal manera que pasó de ser una iniciativa aislada a convertirse en un eje de valor fundamental que guía las decisiones estratégicas e impulsa las innovaciones de todas las organizaciones. Tal es así que, en Perú, el 85% de compañías con mayor facturación generan reportes de sostenibilidad o asuntos ESG, según un estudio de KPMG.
Las organizaciones ya no pueden limitarse a maximizar sus beneficios económicos sin considerar su impacto social y ambiental. De modo que, incorporar prácticas sostenibles no solo genera un cambio positivo en el entorno, sino que también brinda ventajas competitivas significativas a largo plazo.
Para Giancarlo Ameghino, gerente de gestión y desarrollo humano del Grupo Crosland, la sostenibilidad no puede integrarse sin una cultura organizacional sólida que la respalde. “Los profesionales buscan trabajar en empresas que compartan sus valores y se comprometan con causas sociales y ambientales. Esto posiciona a cualquier lugar de trabajo como un empleador atractivo que adopta las regulaciones y tendencias cambiantes”, precisó.
Asimismo, Ameghino reveló que para implementar la sostenibilidad de manera efectiva requiere de un enfoque integral que abarque todas las áreas de la organización. Algunos de los elementos clave que deben considerarse son:
- Compromiso del liderazgo: La sostenibilidad debe ser promovida desde la alta dirección para garantizar su integración en la cultura organizacional. Los líderes son responsables de inspirar y guiar a sus equipos hacia este objetivo común.
- Cultura organizacional sólida: Crear una cultura que valore la sostenibilidad es fundamental para lograr cambios sostenibles a largo plazo. Esto incluye fomentar valores como la ética, el respeto al medio ambiente y la responsabilidad social en todos los niveles de la empresa.
- Medición de impacto: Establecer métricas claras para evaluar el progreso y los resultados de las iniciativas sostenibles permite ajustar estrategias y demostrar el retorno de inversión.
- Capacitación y sensibilización: Brindar a los colaboradores formación en prácticas sostenibles asegura su participación y compromiso.
- Colaboración con stakeholders: Las empresas deben trabajar en conjunto con sus clientes, proveedores y comunidades para maximizar el impacto positivo de sus iniciativas sostenibles.
Estos elementos claves mejorarán la reputación corporativa, puesto que, los procesos ganarán credibilidad, atraerán y retendrán el mejor talento, y, sobre todo será una ventana para el acceso a nuevos mercados. “La resistencia al cambio y la percepción de la sostenibilidad como un costo adicional son barreras frecuentes. Para superarlas, el liderazgo comprometido y la comunicación efectiva son esenciales”, concluyó Ameghino.