- La mayoría de las construcciones en el Perú no responden a las condiciones geográficas y climáticas ni a las necesidades del entorno
La Universidad de Piura, con el financiamiento del Concytec y Sencico, ejecuta el proyecto “Diseño, fabricación y evaluación de un prototipo de panel constructivo de muy baja conductividad térmica para cerramiento de viviendas en situación de friaje o calor extremo desarrollado con tecnologías autóctonas en base a bagazo y otros residuos productivos de la caña”.
Este panel tiene como objetivo reducir la transferencia de energía entre el interior y el exterior de los edificios expuestos al frío o el calor extremo, mejorando con ello el confort térmico de las viviendas. Para ello se ha buscado aprovechar las fibras de bagazo de caña, desarrollando procesos de fabricación sostenibles y de bajo costo.
“Esto permitirá construir edificios nuevos u optimizar los existentes, mejorando notablemente su confort térmico con una inversión relativamente baja”, explica David Resano, coordinador del proyecto y profesor de Arquitectura de la Universidad de Piura.
El arquitecto David Resano precisa también que el proyecto se ha desarrollado de manera interdisciplinar con varios expertos de la Universidad de Piura, y que ha sido fundamental el apoyo de Caña Brava como entidad asociada al proyecto.
Además, destaca que, si bien en esta primera fase se ha logrado un prototipo de panel aislante térmico de bagazo de caña viable, todavía es necesario seguir desarrollándolo esta tecnología para que alcance la madurez necesaria para su inserción comercial y aplicación constructiva.
Condiciones climáticas e impacto social del proyecto
Pese a que diversas regiones del país están expuestas a condiciones geográficas y climáticas extremas, la mayoría de los edificios en Perú se construyen con sistemas y tecnologías convencionales, que no responden a la realidad y contexto nacionales.
“Esto implica problemas de habitabilidad y confort, así como que la energía necesaria para calentar o refrigerar estos edificios sea muy alta, generando un costo energético que los habitantes no pueden permitirse, lo que afecta a su calidad de vida y disminuye la competitividad de Perú como nación”, sostiene el experto.
El hecho de aprovechar un residuo agrícola y emplear baja tecnología favorece la implementación de estos paneles en las viviendas de las clases con menos recursos, mejorando el bienestar de la población con pocos recursos ubicada en climas extremos en Perú. Asimismo, esta tecnología puede tener un alto impacto en el tejido productivo local, generando desarrollo económico y social.
A una escala nacional, esta tecnología se alinea con los planes estatales para combatir las heladas y el friaje, buscando el desarrollo social de las zonas andinas expuestas a menores temperaturas, y favoreciendo un menor uso de energía para para el confort térmico de las viviendas, lo que contribuye también la competitividad económica del país.