La mayoría de los seres humanos somos diestros, pero surge la duda: ¿es esto una casualidad o resultado de la evolución?
En muchas culturas, lo derecho se asocia con lo correcto y lo habilidoso, mientras que lo izquierdo ha tenido históricamente connotaciones negativas. Por ejemplo, la palabra “zurdo” en el diccionario de la RAE tiene significados como maligno o siniestro. Esta percepción negativa de lo izquierdo ha existido desde tiempos antiguos, y se refleja incluso en representaciones religiosas como el Juicio Final, donde los justos se sitúan a la derecha de Dios, mientras que los condenados están a su izquierda.
Se ha intentado explicar esta predominancia de los diestros a través de varias teorías. La primera sugiere una base genética ligada al sexo, ya que los zurdos, aunque menos frecuentes, tienden a tener una menor esperanza de vida y están más propensos a ciertos problemas de salud como migrañas o desórdenes cognitivos. Sin embargo, la idea de que los zurdos heredan esta condición genéticamente no se sostiene completamente, ya que las tasas de zurdos varían según el contexto, como en los gemelos o los bebés prematuros.
Otra teoría plantea que los diestros han tenido una ventaja adaptativa, especialmente por la protección del lado izquierdo del cuerpo, donde se encuentran órganos vitales como el corazón. Las culturas han desarrollado herramientas como los escudos, utilizados con la mano izquierda, lo que permitía a los diestros usar la derecha para atacar. Sin embargo, esta ventaja no es concluyente, ya que los zurdos pueden tener beneficios en ciertos combates individuales, aunque integrar a los zurdos en formaciones militares ha sido problemático.
Estudios arqueológicos también revelan que, en épocas prehistóricas, ya existía una predominancia de diestros, como lo demuestran las marcas de manos en las cuevas y el uso de herramientas en poblaciones antiguas como los Homo heidelbergensis. Sin embargo, la razón exacta de por qué la mayoría somos diestros sigue siendo un misterio. Algunos consideran que, dado que la esperanza de vida de los zurdos es algo menor, puede que esta condición siga estando relacionada con cierta "mala suerte" evolutiva.